· Generalidades:
o
Más del
50% de los traumas a tórax presentan lesiones de otros sistemas (TEC 50%,
Extremidades 45% y Abdomen 30%). El 85% de los traumatismos torácicos se
solucionan con una sonda a tórax, solo el 10 a 15% requieren intervención
quirúrgica.
o
Los 3
objetivos del tratamiento son:
§ Definir necesidad de tubo a tórax o
toracotomía.
§ Definir ayudas diagnosticas complementarias
para definir la conducta.
§ Definir necesidad de observación.
o
Durante la
Revisión
Primaria se deben detectar lesiones mortales:
§ Obstrucción de la vía aérea.
|
§ Neumotórax a tensión.
|
§ Hemotórax masivo.
|
§ Tórax inestable/Contusión pulmonar.
|
§ Neumotórax abierto.
|
§ Taponamiento cardiaco.
|
o Durante la Revisión Secundaria se deben detectar lesiones potencialmente
mortales:
§ Lesión del árbol traqueobronquial.
|
§ Neumotórax simple.
|
§ Trauma cardiaco cerrado.
|
§ Ruptura traumática de la aorta.
|
§ Hemotórax.
|
§ Lesión diafragmática.
|
§ Ruptura esofágica contusa.
|
§ Contusión pulmonar.
|
|
· Revisión
Primaria:
o
Los
objetivos durante esta revisión incluyen:
§ Prevenir la hipoxemia.
|
§ Definir indicación de toracotomía o tubo a
tórax.
|
§ Controlar la vía aérea.
|
§ Identificar lesiones potencialmente mortales.
|
§ Reanimación de funciones vitales.
|
o
A (Vía Aérea): Los
traumatismos torácicos importantes pueden asociarse a lesiones de laringe. Los
traumatismos cerrados del tórax superior pueden provocar una luxación posterior
de la cabeza clavicular, causando obstrucción de la vía aérea superior, la cual
puede identificarse al escucharse estridor o un cambio marcado en la voz. El
tratamiento consiste en reducción cerrada permaneciendo el paciente estable en
posición supina.
o
B (Ventilación/Respiración): Se debe evaluar la respiración y las venas
del cuello, inmovilizando el cuello de manera manual mediante la inspección.
Los signos de lesiones de tórax e hipoxia incluyen taquipnea y cambio en la
modalidad respiratoria (Respiración superficial). La cianosis es un signo
tardío. Las lesiones que deben reconocerse incluyen:
§ Neumotórax
a Tensión: Ocurre por una
pérdida de aire con un mecanismo de válvula unidireccional, ya sea desde el
pulmón o a través de la pared del tórax. Se considera un shock obstructivo. La
causa más común del neumotórax a tensión es la ventilación mecánica con presión
positiva en pacientes con lesión de la pleura visceral. Los defectos
traumáticos de la pared del tórax también pueden causar neumotórax a tensión si
son cubiertos de forma incorrecta. El diagnostico de neumotórax a tensión es
clínico (Indica que hay aire a presión en el espacio pleural). Su tratamiento
no debe demorarse por la confirmación radiológica, los síntomas y signos más importantes
son:
Dolor torácico.
|
Falta de aire.
|
Dificultad respiratoria.
|
Taquicardia.
|
Hipotensión.
|
Distensión
yugular.
|
Ausencia
ruidos respiratorios.
|
Elevación de un hemotórax sin movimientos
respiratorios.
|
|
Cianosis (Manifestación tardía).
|
Desviación traqueal en sentido contrario al lado de la lesión.
|
El
neumotórax a tensión requiere descompresión inmediata y se trata insertando de
forma rápida, una aguja gruesa en el 2º EI con LMC del hemitórax afectado. El
tratamiento definitivo consiste en la inserción de un tubo torácico en el 5º EI
por delante de la línea media axilar.
§ Neumotórax
Abierto (Herida Succionante de Tórax): Si la apertura de la pared del tórax es aproximadamente de 2/3
del diámetro de la tráquea, con cada movimiento respiratorio el aire pasa
preferentemente a través del defecto. Dificultando la ventilación eficaz, lo
que resulta en hipoxia e hipercapnia. El tratamiento inicial de un neumotórax
abierto se logra cerrando rápidamente el defecto con apósitos oclusivos
estériles, se deben fijar por solo 3 de sus lados, para permitir un mecanismo
de escape. Se debe colocar un drenaje pleural alejado del sitio de la herida lo
antes posible. El cierre hermético de todos los bordes de la herida puede
provocar un neumotórax a tensión, a menos que se haya colocado antes un drenaje
pleural. Posterior a esto se puede realizar una reparación quirúrgica del
defecto.
§ Tórax
Inestable: Ocurre cuando
un segmento de la pared del tórax pierde la continuidad ósea con el resto de la
caja torácica. Esta afección resulta del trauma relacionado con múltiples
fracturas costales, de 2 o más costillas consecutivas fracturadas en 2 o más
sitios. El compromiso más importante en el tórax inestable proviene de la
lesión pulmonar subyacente (Contusión pulmonar), pudiendo generar hipoxia
severa. El dolor asociado con la restricción del movimiento de la pared
torácica sumado a la lesión subyacente pulmonar son las causas principales de
hipoxia. El diagnostico se realiza mediante la palpación de movimientos respiratorios
anormales (Asimétrico y descoordinado) y la crepitación proveniente de las
fracturas costales o cartílagos ayudan en el diagnóstico. El tratamiento
inicial incluye ventilación adecuada, administración de O2 y
reanimación con líquidos (Reanimación cuidadosa). El tratamiento definitivo consiste en
asegurar una adecuada oxigenación y/o ventilación
mecánica, administrar LEV y analgesia (Anestesia local con bloqueo local o
anestesia epidural, segunda opción opioides) para mejorar la ventilación.
o
C (Circulación): Se evalúa
mediante la calidad, frecuencia y regularidad. En el paciente hipovolémico debe
evaluarse presión arterial, distensión de venas yugulares, pulsos y la
circulación periférica (Color de la piel y temperatura). El paciente debe estar
conectado a un monitor cardiaco y a un oximetro de pulso. Los pacientes con
trauma en área esternal o con desaceleración rápida son susceptibles a lesiones
del miocardio que pueden llevar a arritmias (La actividad eléctrica sin pulso
puede estar presente en el taponamiento cardiaco, neumotórax a tensión,
hipovolemia grave o en la ruptura cardiaca). Las lesiones que deben reconocerse
incluyen:
§ Hemotórax
Masivo: Se produce por la
acumulación rápida de más de 1200 ml de sangre (Mas de 200 cc/hora
x 4 horas por toracostomía) o de 1/3 o más de la volemia
del paciente en la cavidad torácica. La causa más común son heridas penetrantes
con lesión de vasos sistémicos o hiliares, pero también puede ser consecuencia
de un trauma cerrado. El diagnostico de hemotórax debe ser sospechado cuando se
asocia al estado de shock la ausencia de ruidos respiratorios y percusión mate
en un hemitórax. El tratamiento del hemotórax masivo consiste en la restitución
del volumen sanguíneo y la descompresión de la cavidad torácica. Se debe
iniciar infusión rápida de cristaloides y sangre de tipo específico. La sangre
que sale a través del tubo torácico (Toracostomía) puede ser recolectada en un
dispositivo apropiado para autotransfusión. Son indicaciones de toracotomía la
pérdida continua de sangre (más de 1500 ml de sangre de forma inmediata o más
de 200 ml/h por 2 a 4 horas), las transfusiones repetidas.
Durante la reanimación, el volumen de sangre drenado al comienzo a través del
tubo torácico y el que se cuantifica en forma de pérdida continua de sangre
deben sumarse al reemplazo de LEV.
§ Taponamiento
Cardiaco: La causa más
frecuente es una lesión penetrante, pero puede desarrollarse de forma lenta en
traumas cerrados. El diagnostico se realiza mediante la triada clásica de Beck
(Elevación de la presión venosa o ingurgitación yugular, la disminución de la
presión arterial y los ruidos cardiacos apagados). El signo de Kussmaul
(Aumento de la presión venosa durante la inspiración cuando el paciente está
respirando espontáneamente) es un signo altamente sugestivo de taponamiento.
En
pacientes hemodinámicamente inestables con trauma cerrado o penetrante, la
búsqueda del líquido en saco pericárdico deberá realizarse con la ecografía
FAST, esta ecografía pierde validez en presencia de hemotórax asociado. El
diagnóstico y la evacuación rápida de sangre del pericardio están indicados en
los pacientes que no responden a las medidas iniciales de reanimación para
shock hemorrágico y en que quienes se sospeche un taponamiento cardiaco. Si no
fuera posible el tratamiento quirúrgico, la pericardiocentesis puede ser tanto
diagnostica como terapéutica, pero no es el tratamiento definitivo para el
taponamiento cardiaco. La administración inicial de LEV debe ir dirigida
aumentar la presión venosa central y a mejorar el gasto cardiaco de forma
transitoria mientras se prepara el paciente para la cirugía. Todos los
pacientes con taponamiento cardiaco agudo y pericardiocentesis positiva
requerirán cirugía para evaluación y reparación de la lesión cardiaca.
· Revisión
Secundaria: Incluye la
identificación y el tratamiento inicial de lesiones con potencial riesgo de
muerte:
o
Neumotórax Simple: Es aquel que ocupa menos del 30% del espacio pleural. Un paciente que
tuvo un neumotórax traumático o en el que se sospecha la posibilidad de
desarrollarlo, nunca deberá ser sometido a anestesia general o ventilación
mecánica a presión positiva hasta que se le haya colocado un tubo torácico. EL
tratamiento consiste en la colocación de un drenaje percutáneo o toracostomia.
o
Hemotórax:
Sus causas más frecuentes son la laceración pulmonar, ruptura de vaso
intercostal o de la arteria mamaria interna, fractura de columna torácica. Si
el hemotórax no es evacuado puede dar como resultado un hemotórax coagulado con
atrapamiento pulmonar o un empiema si se infecta.
o
Indicaciones de Toracostomia:
§ Hemotórax mayor a 500 cc.
§ Neumotórax mayor a 30% o neumotórax bilateral.
§ Hemoneumotórax.
§ Paciente sintomático.
§ Ventilación positiva.
§ Herida de diafragma.
o
Contusión Pulmonar: Su mayor complicación es la insuficiencia respiratoria la cual es
insidiosa, en adultos se asocia a fracturas costales. Son criterios de
intubación la PaO2 menor a 65 mmHg o SaO2 menor a 90%.
o
Lesión del Árbol Traqueobronquial: Tienen un alto índice de mortalidad por su difícil
diagnóstico y lesiones asociadas. Se manifiestan por hemoptisis, enfisema
subcutáneo o neumotórax a tensión. El diagnostico se confirma por broncoscopia
y el tratamiento es quirúrgico.
o
Lesión Cardiaca Cerrada: Puede ocasionar contusión cardiaca (Dolor torácico), ruptura de
cavidad cardiaca (Signos de taponamiento cardíaco) o de las válvulas, disección
y/o trombosis de arterias coronarias. El diagnostico de
certeza se establece mediante la inspección directa del miocardio lesionado, el
cual puede confirmarse con signos indirectos como la hipotensión, arritmias
cardiacas y alteración de la motilidad evidenciado por ecocardiografía. Estos
pacientes requieren monitoreo por 24 horas por el riesgo de muerte súbita por arritmia.
o
Trauma del Mediastino (Ruptura Aortica Traumática y
Ruptura Traumática del Esófago): Se
puede evidenciar ensanchamiento del mediastino, obliteración del botón aórtico,
desviación de la tráquea hacia la derecha, depresión de los bronquios principales,
obliteración de los espacios entre arteria pulmonar y la aorta, desviación del
esófago hacia la derecha, hemotórax izquierdo, presencia de sombra pleural. El
manejo es quirúrgico endovascular.
o
Ruptura Traumática del Diafragma: Compromete más frecuentemente el lado
izquierdo, en trauma cerrado se producen grandes defectos herniarios, mientras
que en trauma penetrante las lesiones pueden demorarse en desarrollarse. Si se sospecha una laceración del
diafragma izquierdo hay que colocar una sonda nasogástrica y tomar una RX de
tórax. Cuando el diagnostico no es claro, se requiere realizar un estudio
contrastado.
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